Me llamo Bernat Gutiérrez, aunque en el mundillo audiovisual me rebautizaron como Nat y al final me acabó gustando, y de ahí nació mi actual marca comercial: Nat Estudi.

La fotografía lo desencadenó todo, cuándo solo tenía 15 años, y de eso hace ya 35. Me formé con el celuloide y los químicos en los últimos coletazos de la era analógica. Estudié Imagen y Sonido en mis inicios, pero mi verdadera metodología de aprendizaje ha sido la de saciar una innata curiosidad por todo en la vida, no dando nunca nada por sentado, y la fascinación que siempre he sentido ante cualquier proceso creativo y técnico que lleva a materializar ideas en algo perceptible para los sentidos… ¡Ah!, y también eso tan manido de ser emprendedor, que no es otra cosa que la de crearse una salida profesional uno mismo ante una realidad laboral en la que predominan las puertas cerradas.

Así que, durante unos 10 años de mi vida, la fotografía analógica, y especialmente en blanco y negro, fue mi compañera de viaje, y eso que en el argot fotográfico llamamos fotografía social o BBC (bodas, bautizos y comuniones) fue mi sustento económico. Durante esa etapa también empecé a experimentar con el vídeo, compensando los pocos recursos técnicos con una desesperada inventiva, participando, incluso, en diferentes certámenes audiovisuales como el Cinema Jove de Valencia.

Pero, sin duda, el momento que marcó todo lo que vino después se produce a finales de los 90, cuando adquiero mi primer equipo informático para dar el salto a lo digital y empiezo a empaparme de otras disciplinas como el diseño gráfico, en un principio como maquetador de proyectos de otros diseñadores y, poco a poco, con mis propias creaciones, y el diseño interactivo, en pleno auge del Flash de Adobe, con el que me abrí otra puerta profesional desarrollando aplicaciones en soporte CD-ROM o DVD-ROM y creando mis primeros proyectos web. Todo ello posible gracias a la incorporación de la tecnología, a la que nunca me he cerrado, aunque ello supusiera enfrentarme, en no pocas ocasiones, a ciertas controversias propias de quién proviene del mundo analógico.

Desde entonces hasta ahora, he pasado por tantos procesos de aprendizaje que he perdido la cuenta, pero gracias a ellos hoy es posible mostraros este porfolio multidisciplinar, aunque solo contemple mis últimos 15 años de trayectoria, desde la consolidación de mi propio estudio de trabajo, con el que he dado forma a todo tipo de proyectos de imagen y comunicación audiovisual, tanto para el sector privado como para el público, y siempre manteniendo ese espacio personal comprometido con la investigación y la experimentación que es lo que me ha llevado, tras muchos años siendo una auténtica esponja, de revelar fotos en un laboratorio químico a estar, actualmente, analizando y aplicando la inteligencia artificial a algunos procesos de producción audiovisual.

Soy un creativo pero, sobre todo, soy un currante multidisciplinar, que es la única manera que se me ocurre para definirme cuando alguien me pregunta, no sin cierto gesto de incredulidad, sobre cómo he podido tocar tantos palos en la vida. Nunca he sabido bien el porqué de ese "cómo". Lo simple sería decir que una cosa llevó a la otra y así sucesivamente. El caso es que este es quien soy y lo que veis en esta web es lo que hay y, a pesar de que en demasiadas ocasiones he tenido que referirme a Nat Estudi en plural -nosotros esto, nosotros aquello- la verdad es que nunca he dejado de ser un freelance y creo que ya es hora de reivindicarme en este formato profesional que es, a fin de cuentas, el de la gran mayoría de profesionales que hay en los sectores en los que me muevo.

Así que, si os gusta lo que veis, estoy disponible para contratación, como freelance individual o como especialista integrado en equipos de trabajo, formato del que también he formado parte como uno más y también como director creativo.

Podéis ampliar lo visto en esta web visitando también Nat Gutiérrez Pics&Vids, mi web dedicada exclusivamente a proyectos de fotografía o a creaciones digitales basadas en el leguaje fotográfico. Al fin y al cabo, es de la fotografía dónde surgió todo y creo que necesita su propia historia aparte.